Wednesday, May 30, 2007

¿La izquierda?


Aviso: quizá este sea uno de los post más polémicos del año. Llevo dándole vueltas a la cabeza unos meses (¿o toda una vida?) a una pregunta: ¿qué es “izquierda”? Sin duda, los conceptos son importantes porque nos acercan a la realidad, nos aproximan a las concepciones que de cada palabra tiene cada persona, a sus visiones (subjetivas) de la realidad, etc. Pero ¿qué demonios es la “izquierda”? Sí, ¿que narices es eso de la left, de la gauche, de la sinistra, etc?
Ni que decir tiene que este post y –aviso- sus deficiencias vienen derivadas de las últimas elecciones (y de algunas lecturas de última hora). Definitivamente, soy incapaz de dar una definición/opinión unívoca sobre qué es la izquierda. Además, para cada persona será algo distinto. Y sé positivamente que algunos me meterán cañita por lo que sigue. No obstante, se me ocurren algunas ideas sueltas, desarticuladas, que seguro darán para la polémica:

- La izquierda puede ser un pretexto para el conservadurismo. Hablar de democracia, de libertades, de derechos civiles… con la boca tan llena, puede esconder en realidad una ética vacía de contenido, que nos haga conformistas con lo que nos rodea.

- La izquierda es crítica. Desconfiemos de quién, llamándose de izquierdas, no asume una derrota, hace examen de ella y propone cambios. Y, por supuesto, da un paso adelante cuando hay que darlo. Se hace política no solo en las victorias, también en las derrotas. Desgraciadamente, la izquierda se abstiene en las elecciones aunque milita (ah de los que se abstienen, ¡eternos olvidados!)

- La izquierda se arroga unas ideas que, afortunadamente, son cada vez más universales y son compartidas por la derecha. Ojo: sólo hay que dar un vistazo a la historia del siglo XIX y XX para comprender que se ha avanzado en la democracia porque la izquierda se ha empeñado en ello. Revoluciones de 1789, 1812, 1830, 1848, 1871, 1817, 1931, 1967, en España, Europa y el resto del mundo, supusieron un intento de avance en los derechos democráticos hoy asumidos por todos, y de los que la izquierda era entonces depositaria (aunque a veces con unas pérdidas humanas y unos sufrimientos insospechados. También se avanzó en ellos con el juego parlamentario (Ej. Democracia británica o determinados momentos de nuestra propia historia).

- La izquierda hoy carece de contenido. Se nos ofrecen discursos muy similares. ¿Es que hoy la izquierda no tiene nada más que decir? ¿Ha llegado acaso el “fin de la Historia” auspiciado por Fukuyama, la ‘Caída del Muro’ y el neoliberalismo?

- La izquierda debe ser novedad. Nuevo mensaje, nuevos políticos, nuevas alternativas. Hoy se dice lo de siempre, los políticos que se presentan a nuestras alcaldías llevan 30 años profesionalizados en la política, etc (prefiero no dar nombres pero esta tendencia es algo demasiado preocupante, y no hay excusas de liderazgo político posible).

- La izquierda tiene que ser discontinuidad: cambio, empezar de nuevo, rotación… ¿políticos 20 años ejerciendo un mismo cargo? Un atentado contra toda lógica democrática. ¿Y para cuándo las listas abiertas? ¿Demasiados intereses creados?

- La izquierda es política. Y por política, empieza desde abajo, por una actitud, por una moral abierta, por una discrepancia, y también por ser consecuente. El caso es que cada vez está mas claro que la democracia es algo alejado de las urnas…

- La izquierda debe pensar de forma universal. El tercer mundo y su problemática son un horizonte que no se pueden abandonar, que hay que abarcar…

Y tantas más cosas diría… seguramente ninguna acertada. Porque la “izquierda” no es lo idílico, no debe ser lo único… pero me gustaría que fuese así, qué queréis que le haga. ¿El por qué de este post? Desazón porque siento que me toman el pelo. Me revuelvo en mi asiento cada vez que se me insinúa que esta democracia que tenemos es “suficiente”, que todo va de maravilla, y que vivimos en el mundo “más democrático posible”. Tengo ganas de gritar cuando veo que las diferencias, que los matices… cada vez se distinguen menos. Que el ladrillo y la corrupción pesan más que las ideas y los sueños. No sé si alucinar o reír cuando veo que hay bocas que se abren con las victorias y se cierran con las derrotas. ¿Y yo qué le hago? Reconozco que mi inconformismo es mal compañero de viaje para estos tiempos. Si desconfío de la supuesta izquierda y, abiertamente, repudio la derecha… ¿qué remedio me queda? Empiezo a pensar, quien lo diría, que soy anarquista. Lo que me faltaba. Toda una contradicción. Una más.

Dicho esto, espero vuestros comentarios descarnados. Ah, una última idea: no creo que la izquierda que debiera ser sea idílica. Desconfiar constantemente de ella puede ser el camino para que, algún día, llegue a ser algo que merezca la pena.

Monday, May 28, 2007

Canadá


El fin de semana pasado nos escapamos a Canadá. Fuimos Álvaro, Raquel y uno mismo. Tras cruzar el río Detroit entramos en Canadá. Nos quedaban más de tres horas hasta Toronto, por praderas interminables y por una autopista más recta que cualquiera de La Mancha.

Llegamos al hostal de madrugada. La guía decía que allí se habían hospedado Leonard Cohen y Jack Nicholson. Debió ser hace muuuuchos años, porque la verdad es que el hostal estaba que se caía y, por qué no decirlo, estaba comido de mierda. Pasamos el sábado paseando por el downtown de Toronto. Es una ciudad moderna, con altos y modernos edificios. Hasta los edificios de viviendas impresionan. No hay ni uno feo. Ahhhhh, Camino de Ronda, cómo te recordé. Sin embargo, no subimos a la famosa ‘Torre CN’ (en la foto), por lo que desde allí arriba no pudimos ver ‘Torontontero’ (desgraciado chiste oficial del viaje con reminiscencias flamencas y ecos de los Chichos). Por la tarde también hubo tiempo para unas cervecitas en terracitas… e incluso visita al impresionante lago Ontario (también en la foto, y no, no es un mar).

Al día siguiente fuimos a las Cataratas del Niágara. También una experiencia. Aquello es un gran parque de atracciones, lleno de maquinitas, hoteles enormes, casinos… vamos, que uno se pregunta si muchos de los que van allí acaban visitando las cataratas en sí. Quitando todo el cemento que rodeaba al paraje, la experiencia valió la pena. No obstante, echamos de menos a Marilyn Monroe.
Pero tranquilos, el toque peliculero llegaría al final del viaje. Tras pasar el túnel bajo el río llegamos a la aduana en Detroit. Raquel tuvo problemas con su visado (inexistente). Finalmente, tras escenita en el que todos nos acojonamos, amenazas de enviar a Raquel a Canadá o darle un día para abandonar el país… la dejaron pasar. Viva el sargento O'Rourke y su divina descendencia. Odisea aduanera que celebramos y comentamos durante todo el camino de vuelta a Ann Arbor y degustando unas hamburguesas grasientas y ricas en el ‘Fleetwood’, restaurante peculiar y guarro por excelencia de nuestra ciudad.

Friday, May 25, 2007

Monday in Ann Arbor

Una tarde-noche de lunes en Ann Arbor. Reparto: Raquel y Álvaro (gallegos y autor del vídeo este último), Julia (mallorquina) y uno mismo.

Thursday, May 24, 2007

1 mes y 1 día


Y no es una condena. Hoy me queda un mes y un día en Ann Arbor. Sólo ese tiempo para volver a España… como pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando aterricé por estas tierras. Fui acogido por caras y lugares extraños que, no sin dificultad, fueron siendo cada vez más míos. A la vuelta de navidades, momentos difíciles, pero ya tenía un pie mental en Michigan… fue sólo necesario poner el otro, pisar con todo mi cuerpo la tierra americana… y guardar el recuerdo y la añoranza para lo que dejé en España.

Pese a mis días por aquí, parece que nada se ha detenido en España. La vida sigue, como sucede siempre, y por senderos cada vez más inescrutables. Mientras que las manecillas de los relojes de Michigan, 6 horas retrasados con respecto a España, sigan avanzando durante este mes… iré dejando poco a poco mi casa aquí, mis amigos, mi gente, mis paisajes y, cómo no, mis libros. Todo será cuestión de volver a tener los dos pies en España. Me pregunto si será fácil. Cuando así sea, Michigan y Ann Arbor no serán más que un recuerdo. Un buen recuerdo.

Aforismos de JR


Hoy he descubierto que Juan Ramón Jiménez también escribía aforismos...




'Lo malo está más cerca de lo bueno que de lo mediocre'

'De lo bueno a lo peor, la diferencia no es mucha; pero ¡qué grande, de lo bueno a lo mejor!'

'Se lee a veces: Fulano no hay más que uno. Gracias a Dios'

'Lo malo de la muerte no ha de ser más que la primera noche'

'Todas las mañanas despertamos un poco podridos del sueño de la muerte'

'Cuando la poesía es demasiado optimista, el mundo anda mal'

Wednesday, May 23, 2007

Juventud, divino tesoro

Mi amigo Pablo me ha enviado el enlace para este vídeo...

Tuesday, May 22, 2007

En el nombre del "Pastor" (I)


Hace un par de domingos visité una Iglesia en Michigan. Era uno de los lugares que me faltaban para intentar comprender el país occidental donde la religión es más importante. Me lo propuso George Kempf, un amigo americano. George tiene 75 años, dos rodillas artificiales, piel rosa, pelo blanco, bastantes kilos y algún que otro infarto encima. Sus antepasados eran alemanes: llegaron al país a comienzos del siglo XIX. Seguramente entre ellos se encontraban los primeros fundadores de Ann Arbor (fundada por alemanes). Quizá debido a esta emigración germana se explica que en el Medio-Oeste americano los luteranos tengan tanto peso.

George pasó a recogerme a las 10 de la mañana. Llegamos a una iglesia en mitad del campo, rodeada de granjas, campos de trigo verdecidos y un sol radiante. A lo lejos, sola, la iglesia. “¡Qué antigua!”, exclamé. “¡Sí, fue construida el siglo pasado!”, respondió George.

Era una iglesia pequeña. Justo al entrar, George me presentó a… no recuerdo su nombre. Era la mujer del “pastor”. Pelo largo y por momentos más canoso. Falda larga de flores, rebeca blanca con una gran cruz cubriendo su pecho, gafas de otra época, y sonrisa iluminada de oreja a oreja. Tras presentarnos, me espetó, cual santo y seña: “Así que, Miguel, ¿tú también has sido salvado por Dios?”. Desde mi formación cristiano-católica, donde todos tenemos la conciencia de ser pecadores hasta que no se demuestre lo contrario, sonreí: “Claro", respondí. Ella sonrió y me consideró uno de ellos.

Tomamos asiento. George me dio dos avisos. El primero:
-“Si durante la ceremonia me levanto y me voy, no te preocupes; voy al servicio, tengo problemas de próstata”.
El segundo:
-“No puedes comulgar si no eres luterano. Espero que no sea para ti un inconveniente”
-“Ninguno”, agregué.
Apareció el pastor. Un hombre joven, más joven que su señora esposa. Completamente alemán: rubio-pelirrojo, con perilla, delgado (¿serán los curas luteranos delgados?), con gafas también de otra época.
No quiero detenerme demasiado en la ceremonia. Decir tan sólo que prestaban más atención al evangelio (cuatro lecturas en lugar de tres), y que en la predicación –muy larga-, el pastor cambiaba el ritmo del discurso constantemente, daba golpes sobre el púlpito… muy teatral, pero eso me gustó. No era el “mono-tono” de la mayoría de las misas en España. Un ejemplo: “¿Creeís en Jesús? Pues si es así, escuchad su palabra, porque es él el que habla” (antes de leer una lectura). Ah, otro detalle: George se levantó dos veces durante la ceremonia.

La misa acabó tras una hora y media de duración. Entonces George me quiso llevar al cementerio de la iglesia. Situado a la espalda, es un reflejo más de que la vida de muchos americanos gira en torno a la religión. George me contó su historia: nació en una granja cercana, fue bautizado en esa iglesia, allí hizo la comunión, también allí fue confirmado, entre sus muros también se casó… y en el cementerio estaba su familia y su propia fosa esperando el fin de sus últimos días. “Kempf” aparecía grabado sobre unas pequeñas lápidas grises. Vimos la tumba de su mujer, la de sus padres, las de sus abuelos, y también la de un hijo de George que se suicidó con sólo 19 años. Sobre todo aquello, el cielo protector de los que creen, como mi amigo George, que la vida no es más que un tránsito a la eternidad.
Dejamos el cementerio y fuimos a la casa del “Pastor”, casi adosada al templo. George había organizado el día a la perfección. Comeríamos con el clérigo y su esposa. Y así fue. No sin antes pasar por la pequeña granja donde nació George, a pocos kilómetros de la iglesia. Un espacio casi abandonado, en mitad de la nada, donde el silencio cubría los campos… por aquellos caminos de tierra comprendí que, aunque llevo muchos meses por aquí, no había visto hasta entonces los campos eternos de Michigan. Excepcionales.

George nos invitó a comer en el “Outback”. Un sitio de carne estupenda. Mi pobre amigo estaba tan grueso que su vientre chocaba con la mesa donde nos acomodaron. Lo más interesante del día fue la figura del “pastor”. Intentaré desgranarla en el próximo post, para no aburriros…

Friday, May 18, 2007

Michael Moore y Kazuo Hara


El sábado pasado, 12 de mayo, tuvo lugar en el “Michigan Theatre” (donde sólo dos días después vería a Morrissey en concierto) un acto peculiar. El círculo de cultura japonesa de la University of Michigan organizaba un ciclo sobre el documental japonés, dedicando varias proyecciones a la figura y obra del genial Kazuo Hara. No conocía nada de este director, pero los vídeos que proyectaron y su participación me han despertado el interés por (emule downloading…).

Quizá el plato fuerte de las jornadas era la mesa redonda con Michael Moore y Kazuo Hara. Increíble. Es difícil sintetizar lo que dijeron. Quedó claro que ambos intentan reflejar y cuestionar los pilares básicos de la sociedad americana y japonesa. Por supuesto que hay diferencias. Michael Moore, tal como reconoció, elabora sus películas pensando en la sociedad estadounidense. Kazuo Hara me parece más universal: documentales en los que, cámara en mano, graba la conversación entre su exmujer y su nueva novia poniéndolo como un trapo o, en The Emperor’s naked army marches by, se pregunta sobre la memoria de la II Guerra Mundial tomando como protagonista a un soldado japonés que, años después, reclama a sus superiores responsabilidades por las atrocidades que cometieron con sus propios soldados (refleja golpes… e incluso un asesinato).

En cuanto a Moore, estuvo genial. Sin duda no me pareció un artista tan formado o universal como Kazuo Hara. Pero desde luego el hombre es una buena “mosca cojonera”. Cuestiona toda la sociedad americana desde dentro, siendo parte de ella: es gordo, vive en Flint (a 50 millas al norte) y su acento no puede ser más americano. Sin embargo es una pena que sus películas no saquen a la luz, especialmente para el público europeo, las cosas positivas que uno puede encontrar en USA. Varios detalles:
1. En unas semanas saldrá a la luz su nueva película: Sicko. La prensa dice que aborda el problema de la sanidad americana (18.000 americanos mueren al año por no tener seguridad social, afirmó); pero él dice que sus películas tienen siempre como tema principal la sociedad americana y sus problemas. Recientemente está siendo investigado por el gobierno americano por violar el embargo a Cuba: buscando la paradoja, como siempre, fue con unos obreros americanos que trabajaron en la “Zona 0” de Nueva York a Cuba a buscar asistencia médica, pues en USA no disponían de ella. Se supone que si un americano va a Cuba, está cometiendo un delito.
2. Contó la anécdota de la escena en que entrevista a Charlton Heston en Bowling for Columbine. Fue allí de pasada, sin esperanza, cuando iban hacia el aeropuerto de Los Ángeles. Le dijo que tenía un Carnet del los Amigos del Rifle y lo recibió al día siguiente. Cuando llamó al portero automático de la mansión de Heston, dice que escucho: “¡La voz de Moisés!”
En definitiva, dos directores que cuestionan y retratan a sus sociedades. Desde Europa siempre vemos con sorpresa-desprecio-incredulidad a la sociedad americana. Quizá porque no tenemos a ningún Michael Moore ni a ningún Kazuo Hara que haga películas sobre nosotros.

Tuesday, May 15, 2007

Morrissey, en Ann Arbor (II)




Lo conseguí. Cómo son las cosas. Acabé comprando una entrada en la reventa para ver a Morrissey. El mismo precio de venta que el resto de la gente… y un sitio estupendo, en el patio de butacas, centrado… lo siento, me diréis que soy un pesado, pero no puedo resistirme a utilizar mi adjetivo favorito para calificar a la noche: entrañable.
Para no sufrir (por si no conseguía entrada), no escuché en todo el día ni una canción de los Smiths ni de Morrissey. Hasta que el concierto comenzó. Bueno, vino precedido por unos teloneros que, después de destrozarnos los oídos, meterse con el público y copiar un poco a Björk (no puedo con ella, lo siento), nos hicieron el favor de largarse. Entonces aparecieron imágenes de películas clásicas, algunas tomas de vestuario de “Al Este del Edén” con James Dean… y entonces el sarao comenzó. El escenario consistía en dos caras del gran Jimmy Dean, sin duda ídolo de Morrisey. El muchachote de Manchester apareció en escena y dijo: “Estoy listo para que empiece el combate”. La gente gritaba… y comenzó a sonar ese comienzo arrollador de batería y tambores del mítico: “The Queen is Dead”. Buah! Alucinante.

Después vendrían clásicos y más clásicos. Aunque el muchachote al principio estaba un poco frío de voz, se fue entonando poco a poco. El público gay, bastante abundante en la sala y en las primeras filas, animaba el ambiente y, de vez en cuando, algún espontáneo saltaba al escenario para dar la mano a Morrissey (conté como unos 15).
La banda que le acompañaba era estupenda. Fue deshojando lo mejor de su repertorio en solitario: “Irish Blood British Heart”, “Let me kiss you”, “At least I am born”, “Everyday is like Sunday”, "You have kill me"… pero lo cierto es que se le colaron algunos temas un poco mediocres (y faltó “Suedehead”!). Sólo tocó cuatro de los Smiths. Entonces la gente se volvía loca. Fueron, “The Queen is Dead”, “The boy with the thorn in his side”, “Panic” (los guiris clamando por un “hang the DJ”!)… y una de las últimas, de mis preferidas... la bestial “How soon is now?” (poned el e-mule a bajar este tema ya).

El hombre estuvo simpatico, hay que reconocerlo. Varios detalles: Cambió de camisa unas tres veces. Cada vez que se la quitaba sobre el escenario la gente se volvía loca y le pedían que siguiese cantando a torso desnudo. Se metió con Bush en una canción (“and if George W. Bush doesn’t boom you, I will see you” –en el tema original decía “if the U.S.A.”-). También rajó del ayuntamiento de Ann Arbor: no entendía cómo Iggy Pop (nacido en Ann Arbor) no tenía una estatua: “pero si le hacen una estatua a cualquier viejo político”. Y cosas por el estilo.

Morrissey tiene fama de intratable. Pero ayer asistimos a un espectáculo maravilloso. Sin duda su voz no tenía sus agudos de los años ochenta, pero ha ganado en empaque y lo cierto es que llegaba a todo. Personalidad, no le falta, desde luego. Se despidió diciendo "hold on to your friends and God bless you". Chimpón.

Monday, May 14, 2007

Canciones para días soleados

Hay días en que uno no se levanta con el mejor pie ni con el mejor de sus humores. Entonces, ¿pensamientos y sentimientos encontrados corretean por tu cabeza? ¿desorientado/a? ¿Hacia dónde seguir? ¿Soledad? Remedio: pon en tu vida una canción para días soleados. Hoy me he levantado con esta del gran Quique González... desde entonces... "todo huele bien", aunque el "mundo gira en un sentido absurdo (mientras yo te espero)".

Thursday, May 10, 2007

Barbacoa dominguera / Sunday's BBQ


Eeeeeeeeeeeeeefectivamente. "Donde fueres, haz lo que vieres". Y eso hicimos: con el verano y el buen tiempo, parece que es típico en la cultura americana salir al parque y "dominguear" al calor entrañable de las más variadas grasas y sus todavía más variados tufillos.

Eso hicimos el domingo pasado. Perdón por la desactualización, pero Julia y Raquel han tardado en enviarme las fotos (bueno, también ha sido dejadez mía). Sobre esta última supongo que los fieles -y entrañables- lectores del blog supondrán ya quién es: sí, la chica que se "coló" en el blog, que estaba en Ann Arbor con su novio (Álvaro)... Quedamos poco antes del mítico evento dominguero y nos conocimos: todo un prodigio del universo cibernético (o como se diga) conocer a estos dos gallegos.

En fin, creo que lo pasamos bien. Nos cebamos de lo lindo. Y el parque era de ensueño: era una isla en mitad del río Huron, con una barbacoa a nuestra disposición para cocinar las viandas, las salchichillas... y patos y gansos por todos lados. Sin embargo, nos estaba prohibido hacer dos cosas: 1) dar de comer a los patos; 2) beber alcohol en el exterior. Ni que decir tiene que no tuvimos inconveniente en cumplir religiosamente la primera regla, y en subvertir la segunda. La revolución se hace también desde un parque de Estados Unidos, desde abajo, con la protesta individual y el testimonio aventurero de cruzar la legalidad establecida. Al final, la barbacoa dominguera se convirtió en una lucha por las libertades del ser humano...

Saturday, May 05, 2007

La mujer española


Vista la polémica suscitada por mi primeriza "crítica de cine", donde las opiniones de mis queridos lectores me han proporcionado un severo correctivo, me apetece dedicar otra noticia al tema de la mujer. Tema polémico. Pues creemos más polémica: hoy mismo he leído (ojo, uno no siempre lee opiniones que comparte) una opinión sobre la mujer española de un célebre escritor español de la primera mitad del siglo XX. En unos días desvelaré obra y autor al que pertenece el fragmento. Se aceptan comentarios. Ahí va:

Nuestras mujeres son principalmente instintivas, y todo lo que sea alejamiento de su función les parece inútil y peligroso. Por eso son tan reaccionarias y conservadoras. Su ideal es hacer un nido y para eso se necesita una rama firme. Una sociedad insegura y revuelta es para ellos poco simpática, y ¡qué puede haber tan inseguro y tan revuelto como el pensamiento! Prefieren con mucho la rutina. A las mujeres españolas no les gusta leer, y mientras tengan esa moral –admirable para el señor obispo y aburrida para el escritor- no se acercarán a la literatura. Esto indica, indiscutiblemente, una conformidad con la vida tal cual es, que, según desde el punto de vista que se la mire, se puede elogiar o despreciar.

Wednesday, May 02, 2007

El reencuentro


El tiempo y el espacio tienen estas cosas. Aunque siga en Michigan, ahogado por el polen de una primavera que explota por todos lados, y plenamente adaptado y disfrutando de mi vida por aquí… hoy me he acordado de las Navidades pasadas. ¿Una palabra para definir esos días en Granada? Es complicado. Seguramente me quedaría con calificarlos como días “intensos”, donde hubo de todo.

Todo ha venido por la foto de esta noticia. Es la foto que escenifica el reencuentro en Granada de unos buenos amigos (y algún artista invitado). Día pre-navidades. Rápidamente nos movilizamos vía móvil y nos encontramos en el mítico “Romero”. Allí estaba Benja, justo a su vuelta de Bolivia, donde había estado la friolera de dos años (la cabecilla con gafas normales). También Andrés, su hermano, que trabajaba en Madrid, la última persona conocida que vi antes de montarme en el avión hacia USA (con rizos, mirando perplejo a nuestro invitado). Alex, el mítico compañero que todos conocéis por la semana en Nueva York. Y Fernando, un médico-poeta desdichado e incondicional para esas ocasiones (en esta ocasión no hizo la “cacatúa” como en el “Lobos”; es el afortunado fotógrafo).

Sin duda, estaba en Granada: risas y ambientillo zaidinero por doquier. Y también en “El Romero”: “calis” y cañas apresuradas. Reencuentro emocionante: abrazos sentidos, risas y hasta emociones. Recuerdo que casi no nos escuchábamos de los gritos de la gente. Para colmo, en el bar (de unos 20 metros cuadrados) había una mini-orquestilla con zambombas, tambores, platillos y hasta un bombo.

En definitiva, vivimos uno de esos momentos que dan sentido a la palabra “entrañable”, tan querida de todos nosotros. Harto entrañable, diría yo. Como el curilla disfrazado que se nos coló en la foto. Inmortalizado queda. Como nuestra amistad.

Tuesday, May 01, 2007

No veáis esta película


Leed esta noticia para que no os suceda lo que a mí. El sábado caí en el error de ir al cine a ver una “girly movie” (una película de chicas, un pastelón, vamos). Fuimos mi amiga Julia, SU amiga Hala (una chica un poco paquete) y servidor. Hala, del Líbano, se empeñó en ir a ver este pedazo de peliculón: “In the land of women” (En la tierra de las mujeres).

Bueno. Lo digo claro: no se os ocurra ir. Es la última de Meg Ryan. No sé que tiene esta mujer que, excepto su mítica actuación en un bar gritando en “Cuando Harry encontró a Sally”, lo demás han sido pastelazos malos de narices (“Tienes un e-mail”, “City of Angels y tantas otras chungas).

La película tenía algo especial: ¡se desarrolla en Michigan!. La historia consiste en lo siguiente: el actor protagonista sufre un descalabro amoroso (con su novia, Elena Anaya, lo mejor de la película sin duda aunque sólo sale 2 minutos) y decide desaparecer para escribir un guión. Decide venir a Michigan. Pues nada, aquí básicamente no pasa nada: conoce a una madre de familia (MQMF, Meg Ryan), a su hija adolescente, y a su hija pequeña. Y lo típico: problemillas familiares, diversión de una vida americana donde los protagonistas disfrutan como locos porque pasean por la calle o compran en un supermercado… y cosas por el estilo.
Mala de cojones. Argumento obtuso. Lenta de narices. Y poco dinero en la producción: la mayoría del rodaje sucede… ¡en la misma calle!¡puerta con puerta entre una casa y otra! Y por supuesto, actuaciones pésimas de los actores. Topicazos americanos… en fin, un desastre. Tiene gracia porque cada vez que decían “voy a Ann Arbor” o un “esto es Michigan”, el público de la sala estallaba de júbilo: “yujuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!”.

Total. Un desastre: un pastelón que no sirvió ni de pastelón. Cuando uno ve un pastelazo de película, al menos sale con la sensación de “qué bonito es el amor”, “a ver si me toca” y pensamientos por el estilo. En esta película ni eso.

Una última puntualización: lo del título manda bemoles la cosa. “En la tierra de las mujeres”. Califiquemos a este entrañable estado de muchas formas: el estado del automóvil, de los grandes lagos, del frío, del Detroit deshabitado… pero como “la tierra de las mujeres”… no, eso no.