Friday, October 26, 2007

Chica

Esta chica tiene la mala costumbre de cruzarse siempre en mi vida. La primera vez fue en la facultad, cuando ambos estudiábamos la carrera de Historia. Yo me preguntaba qué haría una chica tan guapa, alta, rubia y tan sonriente con mi amigo Eloy que, como bien yo conocía entonces, estaba empezando a dar sus primeros pasos en el noviciado. No hablé entonces con ella.

Volviemos a coincidir en clases de francés. Siempre nos reímos de este 'doble sentido'. Entonces, ella tenía pareja y yo también. Ambos nos hemos admitido después que existía algo de atracción... pero nunca cruzamos la línea. Recuerdo que le enterneció que la dejase copiar en el examen, poniéndole mis respuestas a la vista.

El tercer reencuentro fue gracias a la música. Un día me proponía ir al gimnasio. No sin antes pasarme por un cajero on-line para sacar las entradas de un concierto de los Rolling Stones. Cuando no había forma de conectar con el servidor central, ella volvió a aparecer: siempre rubia, siempre sonriente, con sus pantalones baqueros grises, sus botas y su camiseta roja (¿o era rosa?). Volvimos a conectar con un: "oye, yo a ti te conozco", por supuesto pronunciado por ella. Yo, tan despistado como siempre, pense: "¿síiiiiii? (claro que sí, de algo que no me acuerdo pero si tu lo dices, chica, te conozco). Al final acabé cayendo en la cuenta de nuestro pasado, terminamos tomando vinos en un lugar cercano e, incluso, compramos las entradas. Siempre recordaré esa tarde que pasamos juntos, viendo una película de cine en mi casa, cuando todavía las puertas de nuestro futuro estaban abiertas.

A partir de ahí... pues construimos una amistad. En algún momento pudo haber sido otra cosa, pero creo que ambos convinimos en uno u otro momento que fuese esa la relación entre ambos. Ella es genial: inteligente, rápida de pensamiento, capaz de adaptarse a todo, culta, con sensibilidad, sentido del humor... y peculiar, sobre todo peculiar. Nunca olvidaré su visita a Roma y nuestro viaje relámpago a Venecia, la mítica pelea en la estación de tren y nuestra búsqueda de hotel en Padova.

Con ella he conocido a gente muy variada y especial: desde tenores a pianistas, a rockeros, a buitres de la noche, motoristas, o e incluso a alguna chica especial que, tras un disfraz, esconde un mundo lleno de secretos. Pero quizá la persona más entrañable que rodeaba la vida de mi amiga fue siempre su padre.

Lo vi por primera vez una tarde. Ella y yo estábamos en su piso. Llegó el con una bolsa cargada de fruta, preocupado con la alimentación de su hija. Nunca he visto más cariño entre un padre y una hija. Un buen día tuve la oportundidad de entrevistarlo, pues era un hombre que había vivido la tragedia de la Guerra Civil y el franquismo. Todavía recuerdo su mirada perdida cuando hablaba de aquellos años.

De un tiempo a esta parte mi amiga no pasa por buen momento. Hoy mismo he recibido un breve correo en que, sin escribir la palabra trágica, sí anunciaba que la larga espera había acabado, que todo había terminado. Mientras que escribo pienso que estará sobre la ciudad de Granada, cansada, desorientada porque uno de los referentes más importantes de su vida ya no está con ella. Y yo me encuentro tan lejos... empiezo a cansarme de no estar cerca de los que me necesitan. No sabía qué hacer. Quizá por eso me he lanzado a escribir este post. Es mi única forma de hacerle saber que estoy con ella, que le tengo un aprecio sin límites y que siempre intentaré estar ahí. Sé que nunca me mostrará su sufrimiento, pues nunca ha sido su estilo. Es de las mujeres más fuertes que he conocido. Pero con las desapariciones, siempre faltan las palabras y las explicaciones. Quedamos por fin solos, frente al mundo; ya no están ellos, ya la vida, con todos sus riesgos y sus aventuras es toda nuestra. Es el momento de seguir, de mirar hacia el frente y de pisar firme. Por ellos y por los que vendrán. Adelante, siempre adelante... pues somos los restos de lo que ellos fueron y la semilla de lo que otros serán. Y los llevaremos siempre con nosotros.

Tuesday, October 23, 2007

La araña de Bourgeois


He caído en la cuenta que, pese a que llevo casi tres semanas en Londres, casi no he hablado de la ciudad. Intentaremos corregir esta tendencia en 'El blog de Bobby'.

Nadie que me conozca pensará que no hago otra cosa más que estar en la biblioteca de la LSE. Hay tiempo para todo; y si no lo hay, se busca. Si un historiador no mira alrededor de lo que tiene, seguramente acabará escribiendo sobre algo que no le interesa a nadie.

Planes no han faltado: mercadillos (Camden Town, Spita Fields...), pubs (imposibles de enumerar), eventos (barbacoas, cenas, cine), conferencias (Paul Kennedy en la LSE), conciertos (Manu Chao en el Brixton Academy), y algún que otro desfase (Soho, etc.). Pero también ha caído algún museo. Me estoy conteniendo esperando a que vengan mis lectores a visitarme. Por eso no suelo visitar museos... pero la Tate Modern ha sido una excepción. Precisamente ahora hay una exposición de la genial artista francesa Louise Bourgeois.

La foto que acompaña este post es una de sus llamativas esculturas. Recuedo que tomé la foto sin pensar, buscando algo artístico... sin embargo, he caído en la cuenta que tiene un mensaje que me había pasado desapercibido. La araña amenaza la cúpula de la Catedral de Saint Paul y a 'La City', el centro financiero de la ciudad, situados al otro lado del Támesis. Tecnología, acero y violencia depredadora sobre la cúpula de una iglesia, sobre la Bolsa de Londres y el Banco de Inglaterra. Que contraste. Recuerdo cuando Lorca gritaba desde el Chrysler Building hacia Roma y amenazaba a la Iglesia y al orden establecido, de que llegaría un día en que las tornas girarían, en que la injusticia tendría un precio:

Mundos enemigos y amores cubiertos de gusanos
caerán sobre ti. Caerán sobre la gran cúpula
que untan de aceite las lenguas militares
donde un hombre se orina en una deslumbrante paloma
y escupe carbón machacado
rodeado de miles de campanillas.

Saturday, October 20, 2007

Educación para la libertad y el buen gobierno

Cita interesante:
“El día en que la instrucción sea mayor y la moralidad se imponga, la sociedad tendrá directores entendidos, celosos y puros en el que obrar que procuren su mejoramiento. Cuando este tiempo llegue dominará la opinión publica y no mandarán los atrevidos, los imprudentes, los intrigantes… y se adoptarán, en fin urgentemente cuantas medidas reclama la situación actual de la clase obrera”.
(Reformas Sociales. Información oral y escrita publicada de 1889 a 1893, Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1985, tomo V, pág. 391)

Monday, October 15, 2007

Chica con nombre de tres letras


Uno nunca piensa que tomando pintas de cerveza un sábado por la noche puede tener estas experiencias. La conocí en Tottenham Court Road a eso de las 6.30 de la tarde. Nos sentamos con otra gente rodeando una mesa en un pub cercano. Desde luego, las apariencias pocas veces nos descubren lo que hay detrás de una persona: ojos y pelo negro, vestido ajustado, escote pronunciado, tacones, pendientes, algo de maquillaje y una sonrisa amable. Pidió un "Cosmopolitan", que al parecer no estaba muy a su gusto. Pero detrás de esa apariencia se escondía una vida de lucha y coraje.

Su historia es de esas que nos cuesta creer. Nació en un país de Oriente Medio, en una familia muy tradicional y muy acomodada. Mujer, desde siempre se mostró rebelde contra lo que le rodeaba. En su casa la televisión estaba prohibida. También la música. Estaba condenada a ser una más, a casarse joven y "bien", no trabajar y estar subordinada a un hombre y a la tradición. Pero ella supo romper el círculo. Estuvo en un colegio público y vio que no todos eran iguales, que había injusticias y miseria... y que ella era una privilegiada. Y leyó libros, lo único permitido en su casa. A los 18 años, por su pensamiento y su "rebeldía", fue repudiada por su familia. Fue a vivir con su novio en medio de una sociedad que, si no la perseguía, sí la detestaba. Hasta que decidió romper una vez más el círculo: vendió sus ropas, sus platos, sus libros, todo lo que tenía, y logró comprar un billete para el Reino Unido. Cambió su nombre por uno más sencillo, uno que la confundiese entre todos los del mundo; un nombre que podría ser de cualquier país. Escondida, en una pequeña ciudad del norte de Inglaterra, trabajó y estudió a la vez. Y salió adelante.

Hoy trabaja en una importante empresa de la ciudad. Su nombre tiene tres letras, pero cuando le preguntas su origen, siempre escoge un país al azar para responder. Podría ser de cualquier parte. Llama la atención que, gente que ha nacido en una cultura tan hermética e inmutable, sea capaz por sí misma de salir adelante, de correr, escapar de lo que no quieren o no comparten. Y mientras, algunos de nosotros seguimos con nuestras vidas, sin pararnos a pensar que la pista es toda nuestra, que tenemos la vida por delante y, por qué no, que también nosotros podemos emprender la marcha.

Friday, October 12, 2007

¿Con Fernando Alonso o con la botellica de vino?

Este domingo Fernando Alonso se juega el Mundial de la F-1. Aunque sinceramente el piloto asturiano, ese hombre sin cuello, no nos caiga muy bien, aunque esto de la Fórmula 1 no llegue a ser del todo un deporte... yo estoy volcado con él. Hay una página en la que se puede firmar para mostrar el apoyo ante las injusticias que McLaren está cometiendo con el frente a su compañero, Lewis Hamilton (www.safety-car.net). Yo hasta he firmado. En esa página he encontrado este vídeo que me hace bastante gracia: parodia el momento en que en el último gran premio Hamilton se quedó atascado en la grava... y los comentaristas de Tele 5 lo comentaban. ¿Real como la vida misma?

Thursday, October 11, 2007

No te rindas / Don't give up

El otro día recibí dos correos de dos personas muy cercanas. Son "correos-vida", donde se proponen o se dejan entrever cambios radicales en la vida de las personas. Llegado un momento, nos paramos en nuestro camino, nos preguntamos hacia dónde vamos, qué estamos haciendo con los días que vivimos... algunas de esas personas tienen la fuerza de reflexionar, de pensar, de autocriticarse, de mostrar su inconformismo y proponen cambiar las cosas, girar la línea de la vida por la que discurren.

Sé de sobra, porque quizá a mí también me ha pasado, que en esos momentos uno confía poco en sí mismo; tiene ganas de tirar la toalla, de conformarse, de rendirse, de dejarse llevar. Pero creo que el pensamiento es el primer punto de cambio, el primer requisito para que nazca algo nuevo, una esperanza. Y estas dos personas que quizá no lean este blog, creo que lo tienen.

Cuando leía ambos correos, como arte de magia, me venía a la cabeza la canción que ambienta este post. Ni "Let it be" de los Beatles, ni "Hey Jude", ni "Palabras para Julia" de Paco Ibañez. Escuché por primera vez este tema de Peter Gabriel en Michigan, en enero del 2007, rodeado de nieve y en mis horas más bajas. Me sugirió muchas cosas: no rendirme, sentir que no estaba solo, aunque estuvese en otra ciudad... y sobre todo, calma, sosiego, tranquilidad. El que quizá se requiere para volver a empezar.

Saturday, October 06, 2007

Londres


Ya estoy aquí. Vuelo a media mañana desde Granada. N. tuvo la gentiliza de llevarme al aeropuerto y, además, llevarse toda la ropa y toallas que marcaban el sobrepeso de mi maleta. Ryanair me clavó unos euritos por llevar más de 15 kilos. Sin comentarios.

Siento como si no me hubiera ido. Al fin y al cabo, la distancia no es tanta y, según parece, aquí tenemos sólo una hora menos. Comparado con el desfase de Michigan, donde parecía estar en otro planeta...
Todo ha sido muy fácil: ya tengo casa. Me quedaré con Yen, peculiar amigo malayo con el que la verdad conecto bastante. Me alquilará una habitación en su casa, en la zona 3 al sur de la ciudad. La generosidad de este chico es inmensa: se niega a cobrarme, a lo que yo, naturalmente, también me niego. Así he superado la traba más difícil de esta ciudad: encontrar alojamiento. He ganado una semana de vida: una semana para trabajar o pasear, y una semana también para que mi cuerpo no se vea perjudicado dando vueltas y estresado por los barrios londinenses.

Ayer me pasé por la London School of Economics, a decir que había llegado. Estuve aquí hace dos años, justo antes de empezar a escribir la tesis. Me encontré con la gente de entonces, no sólo los que trabajan aquí, sino los antiguos becarios que ahora son doctores. Como pasa el tiempo. Y Londres... Londres es Europa: qué facilidad para conocer gente. Ayer mismo quedamos para tomarnos juntos las primeras pintas... con el estómago vacío. Tras seis horitas en el bar, no conseguí encontrar un tren para volver a casa, y acabé vagando por los barrios del sur de Londres hasta que encontré la casa de Yen. Odisea nocturna, paseando por parques, cruzándome con zorros, cementerios oscuros y algún borrachín como yo. Ya he llegado, porque he venido.

Thursday, October 04, 2007

Canciones para escapar (II)

Acabo de terminar la maleta. Escapo al banco a recoger las libras. Mil perdones por no despedirme como es debido: han faltado cervezas, llamadas y, sobre todo, posts en las últimas semanas.

Como no tengo tiempo, aquí queda este video. "Born to run", the Bruce Springsteen. Creo que en alguna revista musical la nombraron la mejor canción de la historia, por encima incluso de yesterday. Sea lo que sea, es una canción perfecta: está llena de velocidad y pasión; habla de la gente que escapa de su ciudad para buscar algo mejor. Yo ni estoy mal como para no volver, ni tampoco tengo una "Wendy" con la que escapar. Pero he pensado que quizá todos los lectores de este blog convengan conmigo que "quizá algún día lleguemos a ese lugar donde de verdad queremos ir y caminar entonces por el cielo, pero hasta entonces, los vagabundos como nosotros nacimos para correr"

Wednesday, October 03, 2007

Crujidos en la mente


Él es un amigo. O quizá hace tiempo que ha dejado de serlo. Lo conocí en el colegio. Sin duda éramos diferentes: distintas inquietudes, incluso distintas formas de ver la vida. Pero la diversión, ser extrovertidos y saber adaptarnos a todo nos unía. Hasta que un día dejó de ser él. Cambió, algo en su mente crujió para siempre.

Hoy he estado con él. Está solo, todos hemos desaparecido. Incluso su familia, aunque ellos sí que siguen ahí, junto a él, más unidos que nunca, aunque él no lo sepa. Mientras que fumaba sin parar y casi ni atendía a la cerveza, me hablaba con odio, defenestrando a un mundo al que acusa de haber perdido el rumbo, de estar chalado. Yo lo escuchaba con atención: su propio lenguaje, la imprecisión con la que hablaba, era prueba de su enfermedad; también la violencia con la que lo hacía. Sus ojos no eran los suyos. Su sonrisa y su voz, tampoco: están torcidos para siempre.

He esperado al último momento para asomarme a su vida. Seguramente he podido hacerlo por la tranquilidad que da salir de Granada y ponerme a salvo. Y mientras, mi amigo, no comprende un mundo que cree que está contra él; lucha contra los fantasmas y los enemigos que más le quisieron; y uno de ellos pronto toma un avión hacia Londres, con un sentido de culpabilidad y de impotencia que no le abandonará jamás.