Friday, November 28, 2008

5, 0.33 a.m.

Nubes que encierran al Castillo Rojo. 0.33 de la madrugada. Vino en mano. Humo blandiendo mi teclado desde la izquierda. Y el sonido de la soledad golpeando en mi cabeza. Y frente a mí, el resplandor de todo lo que esta ciudad ha sido y, seguramente, ya no es. Escapo por un momento de todo, del estrés de la preparación de unas clases, de la vida de una ciudad de provincias que no espera.
Mañana, despertar temprano. Desperezarse. Una ducha. El frío seco de Granada. Maleta improvisada. Y el destino de una ciudad imperfecta, de plástico. 5 horas hasta mi destino. 5 días hasta mi destino. Y de camino a los 5 meses contigo. Llegaré entonces a una estación que no me dice nada. En una ciudad del norte, en el centro de España. Tan importante para el poder que nos comanda. Tan importante para el futuro de nuestro país. Y que a mí no me dice nada. Y en el centro de todo, tú.
Todos caminamos hacia la muerte. Y, supuestamente, a la búsqueda de una felicidad inalcanzable. Pero siempre hay algo. Siempre. Siempre hay algo que nos desborda, que nos hace perder la razón, que desetiqueta nuestro pensar, que nos hace perder el sentido de las cosas. Siempre algo que nos transporta a no sabemos donde. Para unos un anhelo, para otros una esperanza inalcanzable. Y para otros como yo, una realidad. Duermiendo en lo cotidiano está lo que nosotros esperamos. Sólo hay que encontrarlo. Tan fácil como eso: neblinas que sólo hay que descifrar hasta formar parte de ellas y perdernos en la eternidad. Ánimo lectores, todo aquello está junto a nosotros. Sólo hay que tener ojos para encontrarlo, acercarse, abrazarlo y hacerlo nuestro. Vamos allá.

Wednesday, November 19, 2008

Es una historia que se escribe en los portales

Las letras de Quique González son fotografías de un pasado y un presente que nos pertenece. Sus versos son como fotografías, sus palabras como fotogramas que, al sonido de un arpegio o de un rif de guitarra, hacen que nuestras sensaciones se descuelguen por las notas de lo cotidiano, de lo propio, de lo que no es ajeno.
Las historias de sus canciones son humanas. Son sentidas, llenas de sentido común, lejanas de metáforas inalcanzables y cercanas a lo cotidiano. Son letras donde aparecen autobuses rojos, chicas dispuestas a todo, perdedores, boxeadores en retirada, conserjes que atisban cómo restregamos nuestros cuerpos por los portales, salitres pegados a la piel que hacen imposible olvidar a una chica, días de feria, músicos fracasados en el backstage, bocas de metro donde parejas se unen para siempre, amigos de la infancia que recuerdan cuando eran reyes y corrían por la playa con palomas atadas a los dedos.
El sábado pasado Quique González tocó en Granada. Fue en la Industrial Copera. Un concierto temprano, a eso de las 21.40 de la noche. Vimos el concierto los dos, con mis nervios entre las letras de Quique y la piel de ella. Después, el día siguiente, el domingo. Y una nueva despedida. A la madrugada de ese día, mientras que veía como su autobús encaraba el norte, en mi cabeza rebotaba aquello de ‘es domingo por la tarde, la suerte es una ramera de primera calidad’, a la vez que sentía el golpear de las olas y el olor del salitre, mientras veía cómo su figura se alejaba. Mientras yo gritaba para mí el imposible de ‘tengo que olvidarte de alguna manera’. Después, me consoló aquel verso que me hacía asegurar que tenía ‘una estrella de reserva en la estación de sus caderas’. Aunque sea una historia que se escriba en los portales, tengo que confesar que vuelvo cada día allí. Sé que me espera.

Tuesday, November 11, 2008

Memoria Histórica


Garzón, huesos escondidos, sombras de represión que se alargan, voces que piden el silencio... memoria histórica. Tan importante que incluso ocupa portadas de periódicos compitiendo con la crisis económica, las declaraciones de la reina Sofía y el noviazgo de la Duquesa de Alba. Hace unos días El Mundo publicó un artículo donde, por una vez, recababa la opinión de los especialistas del pasado: los historiadores. Es cierto que algunos no lo eran (v. gr. Pío Moa), aunque también contasen. Algunos amigachos míos dejaron sentir su voz también. Los más radicales y los más jóvenes: todo un orgullo. He aquí una selección agrupada en PP, PSOE, IU e inclasificables. En negrita, mis amigachos. En subrayado, las barbaridades. Entre paréntesis, tras el asterisco, mis comentarios. Espero los vuestros.


Derecha
El pasado pesa en España porque el presente lo manipula. ¿Por qué Garzón pierde su tiempo y el dinero de los españoles en investigar lo que no tiene investigación judicial posible? El Consejo General del Poder Judicial debería investigar al juez para ver si se dedica a lo que debe.
—FERNANDO GARCÍA DE CORTAZAR (* y tu eres el primero)


Se puede juzgar al franquismo todo lo que se quiera, pero es competencia de los historiadores, no de los políticos ni de los tribunales. Sin embargo, los asesinatos de más de 100.000 personas por ambos bandos no fueron delitos comunes. Se cometieron por grupos políticos.
—STANLEY G. PAYNE ( * Aprendete las cifras Stanley: 80.000 represaliados por la República... más de 150.000 por el franquismo)

No es adecuado suscitar de nuevo los rencores propios de una guerra civil donde los dos bandos participantes tienen mucho de que arrepentirse (...). No se puede hablar de genocidio, sino de delitos comunes que se cometieron en ambas partes. El amor y el perdón es lo único que puede permitirnos salir adelante.
—LUIS SUÁREZ (del Opus Dei: * ¿puede perdonar y amar quién está enterrado en una cuneta? Si amas y perdonas, condena a Franco y a su régimen, y no dirijas su Fundación)

Es un disparate. Todos seríamos criminales de guerra. Quien gana las guerras legisla, y eso vale para los Capeto y para Robespierre, para Napoleón y para los del Dos de mayo. Si el Caudillo es un criminal de guerra, también lo son Largo Caballero, Indalecio Prieto y quienes asesinaron a Nin. Mala fue la represión franquista, pero peor habría sido la de Stalin si hubieran ganado los republicanos.
—FERNANDO SÁNCHEZ-DRAGÓ (* ¿ Se puede condenar a quien no cometió un asesinato?)

El sumario es históricamente falso, judicialmente inspirado en el modelo chequista. No hubo genocidio, sino grados de terror en los dos bandos...
—PÍO MOA ( * ¿no hubo represión franquista? ¿nuestro sistema judicial es democrático o 'chequista'?)

Izquierda
No sé qué pretende con el procedimiento penal. Un juez no puede establecer la verdad histórica (...). El recurso de la Fiscalía está muy bien argumentado.
—SANTOS JULIÁ

Más a la izquierda...
La sublevación del 36 fue más que una simple rebelión militar. La eliminación consciente y premeditada de un colectivo, en este caso social y político, es genocidio y su declaración no prescribe.
—ANTONIO ELORZA (* no estoy de acuerdo con esta palabra: aunque la represión fue brutal, es exagerada, por las cifras, las víctimas y el carácter)

Tiene un sentido más simbólico que práctico, aunque la Ley de Memoria Histórica ya era suficiente. La represión fue un plan de exterminio, como también lo fue la persecución de la Iglesia durante la guerra.
—JOSÉ ÁLVAREZ JUNCO

Si se sigue la doctrina emanada de Núremberg (...), el delito de detención ilegal no prescribe. Existe en España la visión generalizada de que el franquismo fue más permisivo que otros regímenes de corte fascista, cuando la dictadura fue brutal y sistemática en la represión.
—ALEJANDRO QUIROGA

Si los franquistas cometieron o no crímenes contra la Humanidad lo decidirán los jueces; lo que los ciudadanos sabemos es que destruyeron la primera democracia española aniquilando a quienes la apoyaban.
—GREGORIO ALONSO

[Por cierto, a esos dos últimos: nos debemos unas pintas]