Friday, October 23, 2009

Michigan Central Station


Dicen que nadie escapa al tiempo, y también podríamos decir que algo parecido sucede con algunas crisis económicas (al menos para algunos). Así caen imperios, vidas brillantes y espacios únicos. No hay que irse al Imperio Romano para certificar todo esto: el estado de Michigan y la ciudad de Detroit, antaño núcleo y expresión de la cultura del automóvil, se hizo pedazos. En el boom del automóvil, la suntuosa Michigan Central Station, comparable a esa Grand Central de Nueva York, comenzó a funcionar en 1808: ochenta años después fue simplemente abandonada. Hoy, en sus muros de piedra y mármol todavía resueña el eco del éxito y del desarrollo económico. El enlace que me envió mi amiga Megan hace tiempo recrea todo eso.

Quién sabe. Quizá algún día lugares como la Moncloa, el Palacio de la Zarzuela o el Parlamento de Andalucía esté así. O tal vez las sedes de los grandes bancos, todavía boyantes, o las casas adosadas y los enormes bloques levantados por la especulación. Nada permanece y, desde luego, ellos tampoco.

Wednesday, October 14, 2009

What is life?


Nunca le he tenido miedo a escribir sobre la muerte; quizá porque es algo tan real y definitivo que es absurdo evitar que existe. Otra cuestión es verla venir, saludarla serenamente y dejarse llevar por ella.

Las últimas semanas han estado salpicadas por varias desapariciones. Alguien con 23 años estrellado en una avioneta; un padre de familia que dijo adiós de forma inesperada; un anciano de más de 80 años que, en Pennsylvania, se despidió de los suyos carcomido por el cáncer.

Ante la muerte, ante el vacío absoluto, poco cabe decir. Queda entonces mirar a los que quedamos, a nuestro sentimiento de pérdida y a lo que, seguramente, de los que se han ido hay en nosotros.

Hoy he recibido un correo de Richard, mi amigo americano de Maryland. Su padre falleció el 10 de octubre. Me ha enviado el elogio de despedida que leyó en su funeral. Rich es un hombre sencillo. Un trabajador americano, siempre sonriente, eficaz funcionario (y no es un oxímoron) que, a pesar de la burocracia de los folios, siempre tenía sin responder una pregunta metafísica: "What is life?" ¿Qué es la vida? La primera vez que fui a Estados Unidos, con 17 años, solíamos bromear dando respuestas a esa pregunta: 'la vida es un helado', 'es un batido', 'es sueño' (Calderón), 'es una caja de bombones de chocolate' (Forrest)...

Rich terminaba las palabras que dirigió a su padre en este octubre con una frase especial, que explica por qué sufrimos tanto al perder a alguien:

'It's not just losing someone you love that hurts so much; it's losing someone who truly loves you'

(No es sólo perder a alguien amado lo que duele tanto; es perder a alguien que verdaderamente te ama)

Quizá al acercarnos al último día vamos sabiendo, al fin, qué demonios es la vida.