Wednesday, November 19, 2008

Es una historia que se escribe en los portales

Las letras de Quique González son fotografías de un pasado y un presente que nos pertenece. Sus versos son como fotografías, sus palabras como fotogramas que, al sonido de un arpegio o de un rif de guitarra, hacen que nuestras sensaciones se descuelguen por las notas de lo cotidiano, de lo propio, de lo que no es ajeno.
Las historias de sus canciones son humanas. Son sentidas, llenas de sentido común, lejanas de metáforas inalcanzables y cercanas a lo cotidiano. Son letras donde aparecen autobuses rojos, chicas dispuestas a todo, perdedores, boxeadores en retirada, conserjes que atisban cómo restregamos nuestros cuerpos por los portales, salitres pegados a la piel que hacen imposible olvidar a una chica, días de feria, músicos fracasados en el backstage, bocas de metro donde parejas se unen para siempre, amigos de la infancia que recuerdan cuando eran reyes y corrían por la playa con palomas atadas a los dedos.
El sábado pasado Quique González tocó en Granada. Fue en la Industrial Copera. Un concierto temprano, a eso de las 21.40 de la noche. Vimos el concierto los dos, con mis nervios entre las letras de Quique y la piel de ella. Después, el día siguiente, el domingo. Y una nueva despedida. A la madrugada de ese día, mientras que veía como su autobús encaraba el norte, en mi cabeza rebotaba aquello de ‘es domingo por la tarde, la suerte es una ramera de primera calidad’, a la vez que sentía el golpear de las olas y el olor del salitre, mientras veía cómo su figura se alejaba. Mientras yo gritaba para mí el imposible de ‘tengo que olvidarte de alguna manera’. Después, me consoló aquel verso que me hacía asegurar que tenía ‘una estrella de reserva en la estación de sus caderas’. Aunque sea una historia que se escriba en los portales, tengo que confesar que vuelvo cada día allí. Sé que me espera.

5 comments:

Anonymous said...

Genial canción.

Está claro que las historias, como la Historia, siempre se escribe en sitios como los portales. Y esos momentos son tuyos y nadie te los arrebatará jamás.

Pd: El fin de semana está a la vuelta de la esquina.

CHB

N said...

Menos mal que se escriben en portales, rellanos, callejones, playas... robarle rincones a la ciudad nos hace reinar por un momento.

Luego cambia el rey o la reina deseada y queda el triunfo de lo cotidiano (o lo semanal).

Anonymous said...

El blog está hablando de amor... es genial!

Anonymous said...

Cómo ha molado el post!!! me ha encantado, Migue!!

Ra said...

Bravo.