Monday, January 25, 2010

Fotos de niños que miran al cielo


Las fotografías de la infancia siempre me han parecido especiales. Capturaban nuestra juventud, esos ojos que miraban al cielo, como lo hacían al futuro, ya entonces con un manojo de sueños y esperanzas en lo venidero. Y nada, nada, hacía pensar lo que nos esperaría, los fantásticos o trágicos momentos que nos aguardaban. La vida es tan inesperada que a veces no teníamos capacidad para soñar algo... porque pensábamos que no existía. Nuestra inocencia era tan grande que pensábamos que las desgracias eran algo ajeno y que, en el peor de los casos, afectarían a algún ser querido y nunca a nosotros.

Cuando, con nuestras espaldas cada vez más marcadas, nos asomamos a esas fotografías, el pasado, el presente y el futuro se unen en esos ojos que miran al cielo. Son los mismos. Y son ellos los que unen todo lo que hemos sido, todo lo que hemos vivido, pero también todo lo que nos espera. Es una sensación rara verse tan niño, tan débil, con todo por hacer... pero repleto de esperanza y de sueños. Después, todo nos cambia, la realidad hace que miremos ya frente a frente y sigamos caminando hacia donde nos lleven nuestros cuerpos.

Quizá dentro de unos años todavía este blog esté colgado en alguna parte. Quizá entonces lea este post y me parezca aún demasiado positivo; o quién sabe, quizá no acierte a leerlo porque estoy otra vez mirando al cielo.

5 comments:

Anonymous said...

El niño es precioso, pero ¿de verdad ves esperanza en sus ojos? A mí su mirada me parece grave, no sonríe, casi ni pregunta, tan serio. Me da pena. La lectura que tú haces es positiva, pero la foto sola, sin tus palabras, no me hace pensar en los sueños de ese niño. ¿Será que al mirar la infancia la embellecemos con esa ilusión para hacernos más dulce la vida? ¿Seré yo quien tiene pena y la pone en los ojos de ese niño?

Anonymous said...

Qué bonito eres!

Anonymous said...

Es un niño precioso y en su mirada tiene un montón de interrogantes...
y eso que el desconoce cuán complicada es la vida.en qué situaciones tan absurdas nos pone a veces.
Ojalá no creciéramos nunca y siempre creyéramos en los Reyes Magos¡¡¡¡

polo said...

¿Cómo escribir aquí un comentario de parte de alguien a quien no le hacen mucha gracia los niños? Ya. En este país esto no se lleva.

Pues, sencillamente, prestando atención a lo buena que es la foto. Reconociendo que todo pequeñuelo se convierte en mayor. ¿En mayor? ¿Quién nos dice a partir de qué momento hemos dejado de ser regidos por deseos y pensamientos infantiles?

Bobby said...

Ese niño mira al padre que toma la foto, si no con pena, sí con inquietud ante lo que viene.