Tuesday, July 15, 2008

Realidad > Ficción / Reality > Fiction


En ocasiones uno piensa que este blog es completamente ficticio. Que la red, el teclado y las pantallas no son reales. Pero hay momentos en que la vida te saca de tu error: lo cibernético y la realidad se cruzan en tu camino.

Era uno de los días más importantes de mi vida. Después de casi 15 años estudiando vinculado a la universidad, había llegado el momento: por fin optaba a un contrato, a una continuidad laboral... y las becas que tanto me han dado (incluido los miedos) quedarían aparcadas para siempre.

Jueves 3 de junio. Granada. Calor asfixiante. Estrés sin control. Logro salvar contratiempos de última hora (Nadia, ya he perdonado el incidente del curriculum y el vaso de agua). Bajo la cuesta de Cartuja. Todo dispuesto: excepto las tasas de la tramitación del contrato. Junto a la casa de una ex-novia había un Caja Granada, recuerdo. 1.30 de la tarde: no habrá demasiada gente, pienso. Pagar el recibo, todo listo, entregar la documentación en el Hospital Real... y pasaporte al futuro, a una vida cómoda, a una casa propia... y a Granada.

Entro en el banco. Alguien está en la caja, haciendo unos trámites. Bermudas, polo azul, cabello negro y tez morena. Se vuelve y me mira con una cara de sorpresa, de incredulidad; pero al mismo tiempo, una cara repleta de la complaciencia típica de la persona que sabe que algo debía suceder. Tuvo que verme agobiado. Yo sudaba, estresado, con mi camisa azul entreabierta. Amablemente, me sonríe tras mirarme de arriba a abajo: "Adelante, pasa antes, yo no tengo prisa"

No le doy importancia a su inusitada deferencia. Entonces, gestiono el pago. El administrativo, no muy hábil, pone pegas a mi gestión. "Contratación profesor ayundante doctor. Con este nombre tan largo no va a ser posible identificarlo". Entonces, el chico joven -porque es joven-, junto a una silla donde había dejando mi ordenador portátil, le ofrece una solución: "Incluya su nombre en quien realiza la transferencia". "Claro", respondo yo como si supiese más de bancos que el mismo JP Morgan.

Saco los 30 euros. Los pago. Firmo el recibo. Lo incluyo en la documentación... y, todavía sudando, dejo el banco. Antes, me despido amablemente del extraño joven.

Hospital Real. Llego al registro. Deposito la documentación. Todo correcto. Sólo cabe esperar.

Salgo por el patio lateral, mirando el agua de la fuente. Pienso que realidad, ilusión, informática, pasado y futuro se han cruzado conmigo esa mañana. Sí, Anonymousgr era el hombre del banco. Ha vuelto a quedar demostrado: la realidad siempre es más poderosa que la ficción.

8 comments:

Anonymous said...

No hice más preguntas porque esperaba este post...

Migue, primero, enhorabuena, cabr... que no has dicho nada, salió plaza? es tuya? te llamo hoy sin falta

¿No lo reconociste? ¿No te sonaba de nada? Algún día debía pasar eso, es Granada. La sensación de que te hayas cruzado con nuestro anónimo amigo genera unas sensaciones y sentimientos extraños. Hace un año descubríamos que nos conocía, nos vio en las indiscretas fotos que colgaste en el blog a tu vuelta de EEUU y se desataron las preguntas. Soy persona tan impaciente y curiosa que me generaba una ansiedad indescriptible no saber quien era el anónimo firmante de tus posts. Poco a poco me he ido acostumbrando, incluso nos hemos intercambiado mails, pero ya no me lo pregunto, ya no indago, es anonimogr, alterego de un personaje interesante y humano, curioso y tímido.

Pero pensar que te lo cruzaste, que habló contigo, que te dejó pasar, que fue increíblemente amable en un momento tenso para ti, me lleva a unos sentimientos indescriptibles, y es que es la fuerza cibernética. No nos conocemos, no lo recordamos, pero a través de estas líneas electrónicas hay cariño y complicidad... curiosamente elementos apenas perceptibles en la vida real, prácticamente ausentes de nuestra cotidianidad.

Anonimogr, gracias por dejar pasar a Migue, gracias por ser un apoyo invisible y por las risas que nos hemos echado tanto electrónicamente como Migue y yo indagando quien podrías ser... besos y sigue siendo nuestro anónimo

Anonymous said...

Tenía que pasar, aunque nunca pensé que me cruzaría con alguno en "mi entorno", siempre pensé en los italianos, o por el centro.
Realmente fué algo curioso, estaba esperando en la caja, había una persona y estaba sentado en la silla, miré a la puerta y vi a Miguel, al principio pensé, no puede ser, un 3 de julio "willy fog" en Granada y en esta caja, pero como los bancos han generalizado la doble puerta y el timbre de los coj**s, me dió tiempo a fijarme, si, se le veía agobiado, como con prisas, entró casi en el mismo tiempo que me tocaba el turno, llegué a la caja e ingresé una cantidad que por llevarla en el bolsillo me ponía nervioso, una vez hecho esto le comenté, "pasa tu que a mi me tienen que hacer algunos traspasos y voy a tardar un poco", además me daba tiempo a escudriñar, a observar, por si en algún punto de su memoria recordaba mi cara, he de reconocer que al principio pensé que si había caido quién podía ser, no hablo del que escribe, sino del que podía estar en su memoría, pero supongo que no, o quizás si.
Luego Manolo, el de caja empezó a poner pegas, es un tipo curioso, por antigüedad es el de más categoría profesional de la sucursal, pero siempre pone pegas, me rio bastante con él, los estudiantes, las señoras con los recibos, siempre, y suerte tuviste que no te mandase a otro sitio, jeje, en fin, solo te eché un cable con él.
Total que con un "gracias" por su parte y un "adiós Miguel" por la mia, (quizás no lo oiste), pasó, pensé en decir algo, pero además de estar bastante liado, que iba a decir, "soy anonimo", jeje, seguro que la contestación, "lo que eres es gilipo**", jeje, además de que hablar, es más fácil escribir, por lo menos para mi.

Enhorabuena por tu plaza, fuí de los primeros en enterarme, jeje.
Por cierto no te debiste fijar mucho, no llevaba bermudas, debía llevar un pantalón largo, porque no suelo ir a la oficina en bermudas y aunque estaba en la caja, me había escapado un momento.

Saludos y un abrazo, anonimogr.

Anonymous said...

Realmente tras dar a conocer que había visto a miguel, me sorprendió lo rápido que me asoció a la persona del banco, me desconcertó un poco, ¿tan poca gente hay en Granada ahora en julio?

No se si soy lo que awen dice, lo que si soy es cotilla, ella lo sabe y después del banco hice algo que curiosamente no había hecho antes, abrí mi cuenta del facebook y busqué, miguel y efectivamente, allí estaba, y entre los amigos awen, jeje, me sentí tentado de crearme la cuenta de anonimo, pero realmente el face es para "publicarte" en la red y sería absurdo.

Otro tema que pensé es en la reacción una vez salida a la luz mi "identidad secreta", jeje, sentí que podía llegar a perder esta pequeña comunidad, esta pequeña esquina que mantengo en la red, que consulto casi a diario para ver si hay algo nuevo, y que miguel tan amablemente mantiene unida, es dificil explicar. Realmente sentí miedo de poder perderla, de tener que borrar la dirección de favorito y olvidar que algún día me permitisteis participar. (cierto es que en el primer post pedí permiso y me lo disteis).

Sinceramente os doy las gracias por permitirme participar.

Un abrazo, anonimogr

Anonymous said...

Miguelito,

Guapo, no es por joder, pero lo de la "vida cómoda"..., no sé yo qué decirte. ¡Hasta que no pagues los derechos del profesor contratado doctor!

Pero no te preocupes, que el día que llegue con mucho gusto te acompañaré en uno de los paseos más humillantes de la vida académica: el de llevar el carrito con tus libros, artículos y demás méritos académicos ¡A LOS QUE NI DIOS LES HACE NI PUTO CASO!


Besitos, nos vemos el week end

N said...

La escena es un buen arranque para una película prometedora.
Paso a paso, Migue. "...pienso que hay dos tipos de viajes: el que se eprende sin olividar el regreso al hogar, por mucho tiempo que se emplee en el camino, y aquél que no busca otro fin que seguir y seguri más allá". Creo que concluyes el primer tipo para darle paso al segundo. Suerte.

Bobby said...

Antes de nada: no he conseguido el contrato, tan sólo lo he solicitado. Me refería a que por primera vez tenía una posibilidad efectiva de conseguir trabajo en la UGR... se resolverá en septiembre, crucemos los dedos.
A la otra anónima: es verdad, no empieza entonces la vida relajada ni calma. y que me vas a contar del carrito, si te lo llevé yo ese día!
Anonymousgr, no te lo vas a creer, pero se me pasó por la cabeza en el mismo banco (nada mas verte y tu primera reacción) que fueses tu mismo. Si es que tienes cara de marinero-aventurero, como tus antepasados. Y además, tu cara me sonaba de algo. Y había alguna complicidad extraña en tu actitud. Por otro lado, no sabría decirte si escuché ese "adios Miguel", pero creo que en el fondo tampoco yo QUISE reconocerte. Y no, finalmente no fue en los Italianos.

Anonymous said...

Migue, tenemos que descubrir de qué te suena, porque nos conoce, y yo tengo que encontrármelo!!!! Ya he vuelto a estar impaciente con el anonimato...

Anonymous said...

Nada, esta noche nos tomamos un helado, jeje, es broma.

Si, supongo miguel que se me debió quedar una cara de bastante incredulidad, ya lo he dicho, no esperaba para nada poder cruzarme con vosotros en "mi" terreno, más bien por otras zonas de Granada. Es más si hubiera querido alguna vez podría haberme pasado por el bar donde quedais, o en aquella quedada que hicisteis una tarde.

Por cierto, mucha suerte, aunque por lo que parece te lo has currado para poder optar a la plaza, espero que abras un post en septiembre dandonos la buena nueva.

Un saludo, anonimogr.