Tuesday, February 19, 2008

De chinos, de años y de ratas

Debido al estrés, viajes, disfrutes varios y resfriados... últimamente he dejado de escribir en el blog. Prometo recuperarlo esta semana: así que preparaos para el aluvión de noticias.

El 7 de febrero pasado comenzaba el Año Nuevo chino. Lo que hubiese sido una fecha anecdótica en Londres, y del todo inexistente en Granada, en mi situación no podía pasar desapercibida: vivo rodeado de chinos.

Mi compañero de piso y amigo, Yen, es de Malasia. Es heredero de esos mercaderes chinos que, hace siglos, saltaron a las islas asiáticas en busca de un comercio floreciente. Mi otro amigo chino es James: más conocido como Jaimito, es de Hong-Kong, y no quiere saber nada de la República China aunque ama, por encima de cualquier cosa, la cultura china. Ambos hablan chino cantonés (Yen también mandarín). Ambos son arquitectos. Y ambos están entre dos mundos: después de más de 10 años en el Reino Unido, todavía hablan con unas familias tan lejanas en la moral como en el espacio. Ambos no niegan que deben volver, se lo deben a sus familias, la vejez de sus padres está cerca... pero su felicidad está en Londres, donde comparten una moral más abierta, donde se encuentran aceptados y, sobre todo, pueden elegir.

Y no renuncian a su cultura. El jueves pasado estábamos los tres en China Town. 6.30 p.m. Primera planta del restaurante "La isla del dragón". Ambos (no yo), leyendo en chino, pidiendo en chino, comienzo en chino. Todo un lujo estar con ellos, os lo aseguro. Y, ¿quién dijo que los chinos eran aburridos? ¿quién dijo que los chinos eran todos iguales?

Me confesaron que mi signo chino es el caballo. Decepción: pensaba que era el perro. Estamos en el año de la rata, cuando el calendario chino vuelve a girar, a empezar de nuevo. Y también me explicaron en qué consiste el calendario chino. Es un calendario lunar, y cada año responde a un animal. Como en todas las tradiciones asiáticas, detrás de un hecho parece esconderse una leyenda. En el comienzo de los tiempos, los dioses organizaron una carrera en la que los animales tomarían partido. La rata era íntima amiga del gato; tanto que trabajaron juntos para vencer en esa prueba. A lomos del felino, la rata guiaba con sabiduría y tenacidad hacia la meta. Antes de llegar, y puesto que la ventaja era tan amplia, sugirió al gato descansar. El gato cayó en un profundo sueño; la rata aprovechó para llegar a la meta. Desde entonces, ambas razas se odian, y el primer año del mundo fue consagrado por los dioses a la rata, prueba de inteligencia y astucia. A los que hayáis nacido en el 2008 (muy pocos), 1996 (pocos), 1984 (alguno más), 1972 y 1960... este es vuestro año. Y vuestra leyenda.

7 comments:

Anonymous said...

Gracias, amigo y tutor.
Yo soy rata, a ver lo de la astucia para cuando me impregna. Dicen algo de que la rata engañó al emperador de Jade con un truco y que de ahí viene lo de la astucia y la inteligencia.

Un saludo, Chb

Anonymous said...

Me alegro de tenerte de vuelta, nuevos temas, nuevas controversias.

Un saludo, anonimogr

PD. el calendarío chino:

http://www.losastros.com/chineseastro/

Yo soy ....

Anonymous said...

Pues yo soy Dragón... no se bien que significa, pregúntales a Yen y Jaimito, pero a mi por lo menos el símbolo y ser un bocho mitológico me gusta, jeje

Dales un besazo a los dos y uno muy fuerte para ti, aunque sigo enfadada...

Natalia said...

Jo, que suerte, que mezcla de civilizaciones y culturas. Que bueno. Voy a ver qué dicen de los que nacimos en el 79.

El Cinéfilo Ignorante said...

Qué suerte, Bobby, poder cruzar fronteras culturales en una misma ciudad. Viva la integración.

Todos tenemos un pequeño o gran xenófobo que aplacar. Pasarlo bien con esa cultura despreciada (por desconocida) cura más que todas las medicinas.

Te envidio. Me voy a ver tu entrada musical. Byeeeee!

Anonymous said...

¿Quién es el chino?

Bobby said...

El tio feo de la izquierda, con gafas de pasta.