Tuesday, February 05, 2008

Luchar contra uno mismo


Siempre me ha admirado la capacidad de hombres y mujeres para superar la adversidad. El ser humano es capaz de adaptarse a cualquier situación, considerar normal una posición de postración atroz y salir adelante. Cuando leemos los testimonios de Primo Levi en el campo de concentración, constantemente nos asalta la duda de por qué seguir viviendo, por qué continuar. Hay algo dentro de nosotros que nos impulsa a luchar, a no bajar los brazos. Un instinto de supervivencia que nos lanza a la vida, a veces a costa de llevarnos por delante a quien sea necesario. Pero además de esta cuestión, hay una no menos difícil: luchar contra nosotros mismos.

Tenemos a nuestros pies la vida. Y vamos pasando por triunfos y fracasos. Frustraciones que arrasan nuestro orgullo, pequeños triunfos que inflan nuestra vanidad. Vivimos en un pulso constante con el triunfo personal, con demostrar a los demás y a nosotros mismos que seremos lo que queremos ser (y lo que los otros esperan que seamos). Una lucha constante entre el correr como un relámpago hacia nuestros objetivos, caminar a trompicones a veces, retroceder otras muchas. Para no rendirnos, para tener el cuerpo y el alma unidos, debemos decirnos a nosotros mismos que somos capaces de llegar donde queramos. Y en ese camino, debemos mentirnos constantemente, negar la realidad y, sobre todo, refugiarnos en "ese limbo en que la memoria guarda las derrotas", que cantaba Lapido.

No es sólo hablar de autoestima, no es sólo hablar de mentirse a sí mismo, de olvidar las derrotas y ensalzar las victorias. Es luchar contra nosotros mismos. Sin vivir aplastados por sueños estelares, las pequeñas alegrías de lo cotidiano, los pequeños triunfos de lo que realmente nos hace felices, están a la vuelta de la esquina. Apretemos los dientes, cerremos los puños, miremos al frente y comencemos a caminar. El mundo, ahí fuera, sale al encuentro.

13 comments:

Anonymous said...

la verdad, Bobby, llevo una época replanteándome mi vida de cabo a rabo, discerniendo que quiero y que no, que quiero que me acompañe y que me sobra... me asaltan a veces dudas de si vamos por el camino correcto o eso creemos, ¿por qué tenemos la necesidad de mentirnos? Llevo una época pensando en ello y de repente tu post ha sido como el conjunto de ideas que pululaba sobre mi agotada cabeza... el pulso por demostrar a los demás, a nosotros mismos...

El otro día pensé que el que no se consuela es porque no quiere, pero también llegué a la conclusión que podemos ensalzar nuestras victorias y tratar de olvidar las derrotas, pero el que es capaz de ver y observar la globalidad sin que ésta te hunda en la depresión, tendrá una perspectiva buena para saber hacia donde ir y autocriticarse sin piedad...

Bobby, me parece que estamos atravesando una racha muy parecida tu y yo... elementos externos y el vértigo interno nos hacen dudar de nosotros mismos constantemente... canción de los Cure:

distant noises
other voices
pounding in my broken head
commit the sin
commit yourself
and all the other voices said
change your mind
you're always wrong

vaya tocho... besitos

Anonymous said...

Jeje, la crisis de los 30, ya llegará la de los 40, 50 y más, supongo que son momentos de la vida.

Supongo que estamos en ese punto donde miramos atrás y nos preguntamos porqué tomamos un camino y no otro, y nos vemos y pensamos que podríamos estar en otro sitio, pero aún más, miramos al futuro con temor y esperanza, vista al frente, cabeza erguida, paso firme, jeje. A mi me pasa a menudo, que hizo que variase el rumbo, como enderezarlo, ¿quiero enderezarlo?, pero aqui seguimos, supongo que en los 40 será peor, más vida y menos tiempo, pero como pienso a veces, es cuestión de sol y ocupación, la cabeza no puede mirar atrás si estamos liados en cosas, y con más horas de sol, más tiempo haciendo cosas, supongo que son melancolías de invierno, jeje, que ya tengo ganas que llegue el verano, sol, playa, más horas para poder salir y hacer cosas, distracciones a gogo para la mente.

El pasado, los errores, ahí están, sirven para utilizarlos a futuro. Quizás si yo hubiera tomado otro camino en el pasado, ahora no sería tan anonimo como soy, pero no me arrepiento de nada, solo, a veces, los sueños de juventud que el frio invierno mete en mi cabeza y no son más que eso sueños, porque una cosa está clara, la realidad de aquellos momentos nada tiene que ver con lo que tenemos almacenado en la memoria, que nos juega malas pasadas, ni los errores fueron tan duros, ni, quizás, las victorias tan grandes, pero nuestro "yo" se encarga de engranceder esos pequeños recuerdos.

Saludos, sol y buen futuro a todos, anonimogr

Anonymous said...

¿Sabes? Estaba ojeandillo tu blog y me ha asaltao un pensamiento: Este niño tiene mucho que decir. Eres un tío interesante.

Sólo quería que lo supieras.

(María, la amiga loca de Mary-Joe y Carmen G.)

N said...

Puff, yo estoy agotada de temas vitales. Me siento como si hubiera echado un pulso y ahora me miro el brazo sin saber si he ganado o no, pero he dado todo lo que he podido.
Chico, tú siempre ganas. Tienes suerte, cabeza y mucha gente.
A lo mejor no somos ni tan buenos por ganar, ni tan malos al perder. Y no es cuestión de mentirse, más bien de aceptarse.
¿Qué te hace feliz? no qué deseas, sino lo que sucede que te alegra. Eso existe ya, habrá que disfrutarlo.

Anonymous said...

esto es la mejor definicion de lo que es vivir que he escuchado en mi vida. La vida es una guerra constante contra muchas cosas pero no hay peor enemigo que uno mismo.

Anonymous said...

En estos momentos de mi vida estoy en ese línea divisoria de la madurez personal, entre que tomo una decisión correcta, y entre que me aburro de esa decisión, retomo el camino anterior y la lucha sigue.
Es cansado tener definidos los caminos, pero desgastante no tenerlos. Es una paradoja. Mientras tanto no soy nada feliz, en donde quiero estar no se puede, y en donde estoy no quiero estar del todo. Me replanteo, caigo en lo mismo. A pesar de los dolorosos y positivos cambios que he hecho en mi vida, se supone que debiera continuar con mi victoria, lamentablemente no es así.

Bobby said...

Nos pasa a todos, aunque muchos ni se lo planteen.

Nere said...

Un análisis muy real de esta vida moderna..
Al buscar en google fue lo primero, y lo mejor, que encontré.

Gracias! me ha servido de mucho y me has dado ánimo!

Mis mejores deseos.

Bobby said...

Gracias Nere, es una humilde contribución. Bienvenido.

Anonymous said...

Hey Bobby

Te escribo desde El Salvador
Gracias por estas palabras tan atinadas... me pegaron fuertes y las voy a leer las veces que sean necesarias...

Por gente como tu que vale la pena darse una vuelta por lo blog... que nos siempre tienen palabras tan buenas tan digeribles.... tan manuales para seguir....

Bobby segui escriendo ok...

Soy Moni

Tu nueva fans

Bobby said...

Gracias por el ánimo Moni... y por leerme! Saludos desde Granada (España)

Bobby said...
This comment has been removed by the author.
Anonymous said...

hola mi nombre es Oscar. Una crisis a los 28/ un encaprichamiento de una chica que hizo que aflorasen todos mis miedos e inseguridades. Fui al psicologo, queria saber si me habia vuelto loco. El psicologo me hablo de vivir sin preocuparse por la opinion que los demas tengan de ti; y de cambiar en mi vida los DEBOS por los QUIEROS. Cuando me dijo esto, me di cuenta de que en mi vida no habia ni un quiero; que vivia con 28 anios sumergido en unos debos/ debo ser esto, debo actuar asi; debo decir estas cosas y callarme estas, etc. Asi empece un largo viaje: descubri lo que significa disfrutar de la vida; descubri lo que es amar y la libertad. Ahora tengo 33 anios y he tirado la toalla. Hace poco; tras varias frustraciones en que mis miedos y prejuicios han superado a mi voluntad, y no haber demostrado confianza a la gente que se la queria demostrar, he tenido demasiadas dudas, he matado a mi voluntad. He perdido el amor propio, y la capacidad de transmitir amor. Me llaman Oscar.