Monday, May 04, 2009

Cerrar los círculos


Volvamos a Semana Santa. Como dice la expresión inglesa (o el disco de Stereophonics): 'You have to got there to come back'. Hay días en nuestras vidas que nos marcan para siempre. Y, siempre, esos días están marcados con lugares: un bar donde nos reuníamos y no hemos vuelto, un lugar donde jugábamos de niños y perdimos para siempre, o ciudades que nos hicieron lo que somos y a las que nunca volvimos.

Ann Arbor (Michigan) y Londres son dos lugares importantes para mí. Uno los mira desde lejos, con recelo, con miedo a la vuelta y a desdibujar los buenos momentos si uno lo hace. Pero al final hay que dar la cara y volver. Con la excusa de algo relacionado con el trabajo, me dejé caer por Londres. Como sucede en estos casos, muchos ya no estaban. Pero otros sí. Volver a los mismos bares, pasear por donde siempre, recordar todo un año con un sonrisa en el rostro y, por supuesto, disfrutar de los grandes amigos que me han construido. Volví a despertarme en West Norwood, tomé el tren a Victoria Station, pasé por el Battersea Powerplant, caminé por Oxford Street, visité a Picasso en la National Gallery, entré a escuchar un concierto en el nuevo St. Martin in the Fields, paseé por el Southbank... estuve allí. A veces, hay que volver, cerrar el círculo de una historia para descubrir que, en efecto, somos lo que creemos ser.

4 comments:

Anonymous said...

Ya nos dejaste algo parecido hace tiempo, tu regreso a londres no es nuevo, ya regresaste otra vez, y como esta, también tuvo su parte de nostalgia, recordatorio, circulo o como quieras llamarlo.

¿Cerrar el circulo?

Imposible, otra vez volverás, es parte de tu vida, quizás otros sitios no, pero hay algunos que marcan y que al final tienes que volver, aunque hayan pasado años, aunque todo haya cambiado, necesitas pasar por aquellas calles, por aquellos bares, por aquellos recuerdos, son parte de tu vida y tu memoria. El circulo, no, más bien diría que es un infinito, un ir y venir en nuestras vidas, o por lo menos yo lo vivo muchas veces así.

Un saludo, Anonimogr.

PD. incluso puede pasar en sitios donde solo has estado mediante los libros y eso es impresionante.

Aguamala said...

Y volver, volver…Me siento identificada con tus palabras.
Hay ciudades tan maravillosas que tienen el poder de estar por encima de nostalgias idealizadoras o de fantasmas recalcitrantes que quieren jugar al escondite.
Londres parece ser una de ellas. Y así lo espero de Viena, donde yo también espero volver algún día.

Un beso.

Carmina said...

Bonito, sr. del Arco, muy bonito.
Y sí, como dice la canción, hay que haber estado/haber llegado, para poder volver.
Hay que haber vivido cosas muy buenas para poder echarlas de menos.
Me alegro de haber coincidido contigo por aquellos lares; espero seguir coincidiendo en otros muchos.

El Cinéfilo Ignorante said...

Creo que nos movemos por los lugares. La noción del espacio alimenta nuestros sentimientos. Y qué nombres tan chulos son esos sitios de los que hablas.