Tuesday, November 07, 2006

Halloween

Halloween es una fiesta que se celebra en la noche del día 31 de octubre, donde los niños se disfrazan para la ocasión y piden dulces de puerta en puerta. Después de llamar a la puerta, pronuncian la frase "Truco o trato". Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, quiere decir que han aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les haran una pequeña broma, siendo la más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta.
Halloween es una abreviación de noche de la vispera del día de los santos en inglés (All Hallow's Eve). Es celebrado en la mayoría de los países de habla inglesa, principalmente los Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Reino Unido, Puerto Rico...Los orígenes de la fiesta se remontan a los celtas, siendo exportada a Estados Unidos por emigrantes irlandeses en el siglo XIX, más o menos hacia 1846.
La historia del Halloween se remonta a hace más de 2.500 años, cuando el año celta terminaba al final del verano, el preciso día 31 de octubre de nuestro calendario. El ganado era rejuntado de los prados en los establos. Ese último día, se suponía que los espíritus podían salir de los cementerios y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar. Para evitarlo, los poblados celtas ensuciaban las casas y las "decoraban" con huesos, calaveras y demás cosas desagradables de forma que los muertos pasaran de largo asustados, de ahí viene la tradición de decorar con motivos siniestros las casas en la actual víspera de todos los santos y también los disfraces. Es, así pues, una fiesta asociada a la venida de los dioses paganos a la vida.

Hechos. La colonia de españoles de Ann Arbor organizó una fiesta de Halloween el sábado 28 de octubre. Bueno, en realidad, la fiesta era mixta (también iban americanos y gente de otras nacionalidades). Llegué a eso de las 22.30... y encuentro a un grupo de americanos, muy altos y muy serios ellos, en la pista de baile: brujas, monstruos... el ambiente era bastante serio, por lo que me refugié en la cocina. A eso de las 23.30, una hora más tarde de la hora fijada para el inicio de la fiesta, veo llegar a una tromba de españoles. Piratas, enfermeras, brujas, curas con libros del kamasutra en lugar del Evangelio, Superman, jeques árabes, y por supuesto algún que otro monstruo. Cual tropas germanas cruzando el limes romano, venían surtidos (muy bien surtidos) de botellas de whiskey, cerveza y vino (muerte al "ponche" dulzón). Por supuesto, el panorama de la fiesta cambió: testimonio de ello son las pruebas documentales que, a lo largo de estas líneas, me he tomado la licencia de insertar. Los latinos se fueron a las 3.00. He oído rumores que, pese a que el alcohol se acabó (¿cómo fue posible?), los últimos e irreductibles españoles dieron por terminada la fiesta a las 6.00 de la mañana. Confieso que esto último es un testimonio indirecto que no he podido verificar, pues yo mismo dejé la mítica y entrañable fiesta de Halloween hispana cinco minutos antes.

2 comments:

Anonymous said...

Menos mal que dejaste el pabellón bien alto. Que criarse con el calimocho imprime carácter.

Besitos, Inés

Anonymous said...

Aquí la gente se tiró a la calle de igual manera. Al día siguiente no distinguías bien quien seguía disfrazado o quien tenía aspecto de resaca.