Tuesday, May 13, 2008

La muerte de un perro


Hay cosas tan importantes en la vida, que al escribir un post como este a uno le tiemblan los dedos. Catástrofes que barren el globo. Injusticias que claman al cielo, al infierno o a cualquiera de los dioses que unen o dividen a los humanos. Por eso, hablar de la muerte de un animal, de un sólo animal, hace que se levante en mí el recelo de la culpa, el sentimiento de ser egoísta, de estar fuera de la realidad y de obviar los problemas que tejen o hacen sufrir al mundo.

Hoy ha muerto mi perra Malena. Algunos indicios me prepararon para el momento en que, en una conversación telefónica al final del día, he tenido conocimiento de ello. Ha sido en una clínica granadina. Las dos mujeres de mi vida tomaron la valiente decisión de interrumpir su vida, de acabar sus días.

Es complicado escribir sobre ellos, explicar la relación que tienen o han tenido con nosotros. Expresar cómo estaban con nosotros día a día, cómo nos han acompañado. Cómo nos miraban, se acercaban buscando una caricia o una mirada cruzada. Cómo esperaban al oirnos llegar y eran sinceros al vernos, agradeciendo nuestra presencia, una caricia, una palabra, un juego, un mimo. Y cómo, todo eso, era tan importante para nosotros.

Son tan poca cosa que pensamos que iban a estar ahí para siempre. Se hacen tan cotidianos que se hacen imprescindibles. Sabemos que llegará el final y, cuando nos viene a la cabeza ese pensamiento, lo apartamos rápidamente, pues quizá no queremos reconocer hasta qué grado nos importan. Nunca he alcanzado a comprender si son importantes porque nos ayudan, por el bien que nos hacen, o porque significan para nosotros mucho más de lo que reconocemos o queremos aceptar. Porque después de todo, somos sus "amos".

Después de todo, creo que sin ellos no sería yo. Gracias a ellos, cuando era niño, comprendí qué era la juventud, que era la vejez y qué era la vida y la muerte. Completaron el significado de palabras como fidelidad, nobleza, simpatía, compañía, alegría o cariño. Y también completaron lo que hemos vivido, pues desde hace mucho, han estado ahí: marcando los días con sus despedidas y sus bienvenidas en la puerta, haciendo que queramos volver a casa, a refugiarnos en ellos y a buscar el entendimiento y la comprensión que a veces nos humanos no nos damos.

Sean lo que fueren, son algo intrascendente para el resto del mundo. Tampoco tienen que cambiar la Tierra. Su pérdida seguramente será anónima salvo para un puñado de hombres, y seguramente, así debe de ser. Pero para esos, para unos pocos, cuando no estén la vida habrá cambiado.

9 comments:

N said...

Oh, que pena. Mis mascotas de infancia no pasaron de estar enjauladas, así que cuando os veo a los "amos" creo reconocer cierto apuro en los sentimientos que os provocan. Pero lo primero que he pensado al ver tu post ha sido "¿Malena ha muerto?" Y me he dado cuenta de la importancia de un nombre. Melana, Bombón, como León y Castilla están en mis fotos, en las conversaciones,en los recuerdos, en el ir a veros. Nos conocemos y reconocemos. Así que sin poder ponerme en tu lugar, te entiendo y lo siento.

virginia said...

varios perros enterrados ya pero haber disfrutado de su presencia y de la insistente mirada de sus ojos atentos hace más llevadero cualquier dolor

Anonymous said...

Cuánto lo siento!!! No he podido dejar de llorar con tu post. ¿Estaba enferma? Pobrecita... todavía recuerdo cuando llegó, tan señorita, tan educada, cuando comprendió que ya no tenía que llevar vida militar, y se lanzó a dar besos y caricias.

He vivido con vosotros muchos perros, y sus nacimientos y muertes. Malena era un personaje, dulce y cariñoso, vosotros la hicisteis feliz y ella os correspondía con lo mejor que sabía hacer: nobleza y amor.

Lo siento tanto, Bobby...

Anonymous said...

Lo siento mucho. Eso demuestra que la vida de ciertos animales vale más que la de ciertas personas de este mundo.

Un abrazo desde Granada.
Cuidate mucho.

CHB

aNiCa said...

No me parece nada frívolo llorar la pérdida de un perro, sobre todo porque no es un perro, es TU perro.
Puedo decirte que comprendo muy bien como te sientes. Yo también estoy lejos de casa y también tengo perros. La semana pasada cuando llamé a ver cómo iban las cosas por casa, mi hermana me avisó de que la Tina, la más vieja de mis tres perros, estaba un poco rara: apática, sin ganas de comer ni beber... Yo por supuesto me preocupé mucho, tenía miedo de no poder volver a verla. En mi caso, se me ha concedido un poco más de tiempo para disfrutar de su compañía, ahora parece estar mucho mejor. Pero es cierto que nunca sabemos hasta cuando.
Un saludo y ánimo.

Anonymous said...

Siento mucho lo de tu perra, como ya han comentado antes es imposible tener sentimientos frente a cosas que ocurren lejos, ya lo comentamos en el anterior tema, vemos las imagenes y nos horrorizamos un segundo, pero sin sentimento, como cuando vemos una película y el cabrito del guionista se ha empeñado en que llores, quieras o no, acaban saltandose las lágrimas.

Pero lo que tenemos cerca, lo que nos toca, eso si que nos afecta mucho, una perra puede darte más en la vida que mucha gente, lealtad incondicional, cariño, tantos sentimientos que hacen que se sienta la pérdida.

En fin, no se que añadir, solo que espero que ese amargo trago en mi caso tarde bastantes años, porque después de dormir durante 10 años con mi perra, será un duro cambio.

Un saludo, anonimogr.

Anonymous said...

No sabía nada, lo lamento, de verdad. Hace casi un año yo también perdí a mi perrilla Gala, que debe andar oliendo culos en otros cielos. Es muy doloroso, por su entrega, por sus ojillos, por sus arrumacos, por lo que nos entregaron, por lo que les dimos, porque un animal con un pájaro entre los dientes siempre será inocente... y mil cosas más. Un abrazo.

Dr J.

Bobby said...

Buf, se ve que muchos de los lectores tienen perros... gracias a tod@s! Dr. J., genial: "un animal con un pájaro en la boca siempre será inocente".

Anonymous said...

Se que es la perdida de un ser que se convierte en parte de nuestas vidas y nuestros corazones.... El martes de esta semana a milesde kilometros de mi casa, recibi la peor noticia de mis ultimos años de mi vida: mi hija, la que me endeudo con mis padres por sus multiples daños, la que acabo con todos mis zapatos durante su primer año de vida y la que nos puso con su nobleza blando el corazon para no dejarla de querer con todas sus pilatunas....habia muerto. No se si penso que la persona que iba en un carro tras el que salio corriendo, era yo o mi hermano.... No se que pens para salir corriendo viva energica alegre y regresar como si estuviera dormida en los brazos de mi madre.... Mi perrita, mi negra, mi gorda no sabia que tebia que estar preparada para tu partida y que ese pacto de amigas por aunquesea 20 años lo ibas a incumplir.... Te quiero mucho, nunca te podre remplazar y jamas te olvidare mi Thiaris....