Comencé a escribir este blog con motivo de mi llegada a Ann Arbor, animado por mi amigo Esteban. La verdad es que me he encontrado cómodo compartiendo impresiones, sentimientos, anécdotas, polémicas o cualquier tontería. Se cierra la puerta de mi vida aquí. Me pregunto si también debo cerrar este blog. ¿Será este el último post?
Tuesday, June 26, 2007
The End?
Comencé a escribir este blog con motivo de mi llegada a Ann Arbor, animado por mi amigo Esteban. La verdad es que me he encontrado cómodo compartiendo impresiones, sentimientos, anécdotas, polémicas o cualquier tontería. Se cierra la puerta de mi vida aquí. Me pregunto si también debo cerrar este blog. ¿Será este el último post?
Saturday, June 23, 2007
Un hombre cualquiera
George es un hombre de su tiempo. Hoy tiene 78 años, dos rodillas artificiales, dos operaciones a corazón abierto y sobrepeso. Ha presenciado más de tres cuartos de siglo de historia de los Estados Unidos. Y el mundo que le rodea, siempre pequeño, se le escapa de las manos. Mi amigo George entiende que negros y blancos deben estar separados; pero su nieta, de 16 años, se empeña por defender su amor con un chico negro del Instituto. Mi amigo George cree en la paz; pero siente que América está en peligro y la guerra puede estar justificada. Mi amigo George desea ver el mundo; pero me reconoce que, por su vejez, es muy tarde para viajar.
-¿Cómo lo llevas?
-Bien, respondió George.
-Es un infierno, ¿verdad?, replicó ella.
Thursday, June 21, 2007
Amiguetes
Monday, June 18, 2007
Sunday, June 17, 2007
Chicago, fin de escena
Viernes mañana. Había algo que no podía dejar escapar. Ver algún edificio de Frank Lloyd Wright. Tenía que seguir los consejos de Awen. Mi tren era a las 12.15. A las 10.30 bajaba de la Sears Tower, tercer rascacielos más alto del mundo. Y me dije: “qué cojones”. Metro al canto y traspuse a la vieja, tranquila y LEJANA localidad de Oak Park. Allí estaba la casa y el estudio de Wright, además de una treintena de edificios que realizó en su primera época. Todo tan cerca de mis ojos… pero sólo podía visitar uno: me decidí por el Templo de la Unidad, quizá una de sus primeras obras importantes (en la foto). Increíble, un nuevo concepto de arquitectura. Pero como sucede con todas sus obras, hay que interactuar con el edificio, estar allí, ser actor para comprender y sentir qué es realmente lo que tenemos delante. Quizá de lo mejor del viaje. Todas estas impresiones… en 10 minutos. Volví corriendo a la estación de metro, corrí también al albergue donde tenía mi maleta, y volé hacia la estación. Por supuesto, perdí el tren y tuve que esperar hasta las 6 de la tarde al próximo. Más paseos por la “Wind City”. El tren llegó con una hora de retraso a Ann Arbor, pasada la medianoche. Ah, RENFE, qué gran compañía.
Pese al poco tiempo en la ciudad, dejo en Chicago muchas cosas. El volver a encontrarme en un viaje solo, toda una ciudad para mí, con tantas cosas por hacer, por ver y por descubrir por mí mismo, bajo mi libre elección. Pensar, estar solo, mirar hacia atrás y hacia delante. Ver el camino recorrido me anima, pero ver el futuro todavía más. Y tengo claro que en ese futuro, esta vez, no faltará el blues. Volveré a Chicago. Entonces, quizá recuerde estos días con una ligera sonrisa.
Saturday, June 16, 2007
Weekend in Sleeping Bear Dunes / Fin de semana en las Dunas del Oso Dormido
El fin de semana del 8 al 10 de junio nos escapamos al norte del Estado. Si en Ann Arbor hace frío, a 5 horas de conducción en coche... os podéis imaginar. Pero eso es en invierno. En esta época del año la zona es algo espectacular. En la punta noroeste de la península de Michigan, junto al lago Michigan, está Sleeping Bear Dunes. Es un sitio plagado de dunas, lagos interiores, bosques, vegetación, fauna. El nombre del lugar viene por una vieja leyenda: hace muchos años hubo un incendio en Wisconsin, al otro lado del lago. Una osa y sus dos oseznos escaparon lanzándose al lago Michigan... comenzaron a nadar hasta llegar a la península de Michigan... La madre oso llegó a la península, y permaneció esperando a sus hijos. No obstante, agotados por el cansancio, acabaron ahogándose justo antes de llegar a la costa. Según los indios, el dios Manitou presenció la escena y decidió levantar dos islas (las islas Manitou) justo donde los dos oseznos perecieron; la madre quedaría inmortalizada, para siempre, en una duna con forma de osa, mirando eternamente al horizonte del lago Michigan.
Thursday, June 14, 2007
Orgia arquitectonica
Tuesday, June 12, 2007
Thursday, June 07, 2007
Mi casero / My landlord
Es un negociante nato. Y un trabajador incansable. No alcanzo a saber si ha asumido la cultura trabajadora americana, la traía consigo o se la ha impuesto la vida. El caso es que, pese a que en navidades fue operado de un cáncer, a los dos meses estaba trabajando como el primer día.
1. Viernes. 9 de la mañana. La noche anterior habíamos despedido a mi buen amigo Javier. Resaca considerable. De repente:
Vahan: Toc, toc. ¿Miguellllllllllllllllll? ¿Puedo entrar? Alguien quiere ver el loft.
Reacciono aturdido. No distingo si presencio la última conversación de la noche o es la primera del día… respondo:
- Nooooooooooooooooooooo! ¡Dame 10 minutos, por favor!
2. La semana pasada. Tres de la tarde. Calor impresionante. Sudando sin parar, decido darme una ducha. Justo salgo de ella cuando….
-¿Migueellllllllllllllllllllll? ¿Puedo entrar? Alguien quiere conocer el pisooooooooo.
- ¡Noooooooooooooooooooooooooooo! Por favor, ¡nooooooooooooooooo!
- ¿Es un mal momento? ¿Por qué?
- Mmmmmmmmm. Síiiiii. ¡Porque estoy desnudo!
- Ahhhh. Perdón. ¿En cuánto tiempo volvemos?
Tuesday, June 05, 2007
Casi 10 / Almost 10
Esta es la historia de Pol. Un barcelonés, amigo de mi amigo brooklynero-barcelonés-michiganés Sergio (también en el vídeo). Es el camarero del 'Speak Easy', bar del East Village de Nueva York, donde Alex y yo estuvimos un mítica noche (en la que nadie sabrá lo que realmente ocurrió). Otra cara de la inmigración, de los españoles en USA y de la distancia.
Monday, June 04, 2007
La travesía del 'Hurón'
Paramos a medio camino a comer los bocadillos de turno, visita al “servicio”, etcétera. A mi vuelta, sorpresa: mis malhadados compañeros no estaban y las canoas habían desaparecido. Por supuesto, estaban escondidos cual duchos indios hurones tras las hojas… escucharon en directo mi apelación a su familia.
La naturaleza, impresionante. Verde por todos lados. Vida rebosante… junto a árboles grises, como rocas, caídos sobre el río. Peces, algas, familias de patos, insectos… y lluvia. Sí, a mitad de camino cayó una tormenta impresionante, típica del Midwest. Épico: no sabíamos dónde meternos. ¿Bajo un árbol? Esta sugerencia de Sergio no tuvo mucho sentido… nos mojábamos igual y los rayos rajaban el cielo (bueno, le echo al texto un poco de literatura, ojo). Finalmente todos se pusieron a remar bajo el ritmo de mis gritos: “Remen, remen, remen…” (yo no tenía remo).